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18/06/2025

La realidad de la eficiencia energética en los hornos de templado

La realidad de la eficiencia energética en los hornos de templado

En el mundo de la tecnología de transformación del vidrio, y en particular cuando se trata de hornos de templado, todos estamos de acuerdo en un punto: el ahorro energético ya no es una opción, sino una prioridad absoluta. Y es una cuestión que no puede abordarse con simplificaciones ni con objetivos puramente estratégicos y comerciales: el consumo de energía es una cuestión técnica importante.
 

Cuando se trata de energía y vidrio, no se puede hacer trampa: la física dicta las reglas.
 

El principio físico ante la comercialización

Antes de entrar en detalles, es importante aclarar un punto técnico: en el pasado, el calentamiento eléctrico de los hornos de templado se realizaba únicamente por radiación, con un control basado en simples contactores ON-OFF, con límites evidentes en términos de eficiencia energética. Hoy en día, todos los hornos de temple de nueva generación del mercado adoptan un sistema avanzado de control por radiación. Gracias a la utilización de termopares de precisión y al empleo de relés de estado sólido (SSR) o, mejor aún, de rectificadores controlados por silicio (SCR zero crossing), el control eléctrico es más estable y reactivo, lo que mejora considerablemente la gestión de la energía y, en consecuencia, la eficacia global del sistema.
 

Es esencial recordar que, en todo horno de templado, la temperatura de la cámara de calentamiento oscila entre 680 °C y 700 °C, en función del ciclo de calentamiento, y que el vidrio debe salir de la cámara de calentamiento con una temperatura comprendida entre 630 °C y 640 °C para estar correctamente templado.
 

Datos reales, no promesas

En Keraglass diseñamos y fabricamos hornos de templado con un objetivo claro: prestaciones concretas, cifras reales, resultados medibles y certificables.
 

No podemos ni queremos escondernos tras cifras engañosas o atajos de comunicación.
 

Tomemos un ejemplo concreto: templar una hoja de vidrio de 1 m² con un espesor de 4 mm requiere al menos 1,9 kWh de energía. Una cifra basada en un cálculo físico real:
 

E = ΔT × c × m,
 

donde E es la energía necesaria para calentar el vidrio, ΔT el cambio de temperatura, c la capacidad calorífica específica del vidrio y m su masa.
 

Este valor es una referencia independiente de la marca o tecnología del horno, y sólo puede aumentar ligeramente en función de factores como:
 

el número y tipo de termopares instalados,
 

la calidad del aislamiento térmico de la cámara de calentamiento,
 

las dispersiones debidas a la construcción del horno.
 

Quienes prometen un consumo de energía significativamente menor no suelen decir toda la verdad.

 

La eficacia se mide en productividad

La reducción del consumo de energía debe relacionarse siempre con el coste final por metro cuadrado de vidrio procesado, medido con la instrumentación adecuada y evaluado en relación con el espesor y la productividad real.
 

A menudo, un «ahorro» aparente procede de cargas reducidas, ciclos lentos o plantas que funcionan a baja velocidad. Pero, ¿a qué precio? Más tiempo, menos vidrio producido, márgenes más bajos.
 

En Keraglass, preferimos hablar de rentabilidad real: hornos diseñados para trabajar a plena carga, con ciclos rápidos, continuidad operativa y calidad constante.
 

Así es como una planta se convierte en una verdadera inversión productiva. Así lo demuestran nuestras máquinas instaladas en todo el mundo, que garantizan cada día una producción continua, un consumo optimizado y resultados tangibles.
 

Nuestros datos están certificados por pruebas independientes y respaldados por la producción real: nada de simulaciones ni escenarios ideales. Sólo la realidad del sector.
 

Tecnología orientada al futuro

Hay otro aspecto que resulta indispensable hoy en día: la sostenibilidad.
 

Elegir un horno eficiente significa ahorrar energía, reducir las emisiones, limitar los residuos y contribuir a un modelo de producción más responsable. Para nosotros, la innovación también mira al futuro del planeta.
 

Con Keraglass, usted elige transparencia, innovación y rendimiento certificado.
 

Porque un horno no sólo debe consumir menos: debe hacerle ganar más, sin atajos.
 

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